Hatha Yoga

Fuera de la India, el Hatha Yoga ciertamente es el camino de Yoga más conocido – y el más mal interpretado. Muchos se imaginan a personas hiperflexibles, capaces de optar posiciones muy difíciles que a su vez son muy efectivas para prevenir o curar enfermedades. Se cree que los que practican Yoga se ponen de cabeza y lo hacen para su salud. Y gran parte de la gente que practica Yoga en Occidente, sin duda lo hacen por razones de salud física y/o mental. Es una minoría quien se interesa por la filosofía que está detrás y que quiere conocer su concepción del mundo. Un fenómeno interesante del Yoga es que una práctica prolongada y regular fomenta el desarrollo integral de la persona y la lleva hacia sus necesidades profundas lo que incluye la búsqueda espiritual.

La palabra Yoga viene del sánscrito: yuj que significa: enyugar (sus raíces se mantuvieron en la palabra española de yugo) con dos interpretaciones: enyugar/controlar los sentidos y la mente para poder llegar a la perfección o liberación; o bien unificación (del como se unen dos bueyes en un yugo). En la India tradicional se empleaba la palabra Yoga para determinar cómo nombre genérico o específico a una serie de prácticas y técnicas espirituales (p.e. Hatha Yoga). El segundo contexto Yoga denomina uno de los 6 clásicos sistemas filosóficos de la India (especialmente los Yogasutras de Patañjali y la literatura de comentario de esta obra).

El Hatha Yoga existe desde el Siglo 10 y ha pasado por diferentes desarrollos, uniendo diferentes filosofías y bases religiosas: sabiduría Veda y de los Upanishads, del Ashtanga-Yoga de Patanjali que a su vez se basa en la filosofía del Samkhya, elementos básicos del Tantra y algunos del Budhismo. En uno de los textos más importantes, el Hathayogapradipika se explicita la relación directa entre el Hatha Yoga y la meta de todos los caminos del Yoga: llegar al estado de Samadhi, la Trascendencia. Todas las técnicas de asanas, pranayamas, mudras, concentración y meditación etc. sirven para alcanzar esta meta. Y lo extraordinario de este camino del yoga es su importancia del cuerpo, que no solo permite la liberación final sino más aún: que éste es considerado herramienta esencial para alcanzarla. Inicialmente entonces el Hatha Yoga fue uno de los caminos espirituales para llegar a la liberación final en esta vida.

Es importante entender que Yoga no es una religión sino un método que puede ser combinado con distintas enseñanzas y contenidos. Su meta principal: el desarrollo espiritual. Su característica principal siempre ha sido su gran tolerancia, producto también de su milenaria existencia.

Historia en el contexto de las filosofías y religiones de la India

En más de dos mil años del Yoga en la India se observan 3 cosas principales

1. La increíble heterogeneidad y variabilidad en los contenidos del Yoga. Casi no existe dirección filosófica o ideológica que no hubiese dejado alguna huella en el gran complejo del Yoga: teísta, ateísta, dualista o monista, dirigido hacia el mundo o alejándose del mundo, o bien sensitivo: el Yoga parece haber estado abierto para todas las corrientes espirituales. Será esta la razón porqué en la India tradicional todos los caminos humanos hacia Dios se empezaban a denominar Yoga.

2. La sistematización clara y el orden en la práctica del Yoga. A pesar de que los contenidos difieren mucho, la práctica en todas los linajes es parecida. Sobre todos: los diferentes pasos por seguir y niveles están exactamente descritos, dejando nada al azar.

3. La claridad en los objetivos del Yoga. Hay una enorme tolerancia en gran parte de los caminos del Yoga. El practicante puede parar y quedarse en el nivel que él o ella quiera. Pero hay una meta final para todos los caminos del Yoga: La liberación final (moksha).

Lo que mantuvo vivo el yoga durante más que 2 mil años entonces fue su tolerancia en los contenidos, la sistematización en su práctica y la claridad en su objetivo. Por estas razones el Yoga se ha convertido en la India para muchísimas personas en un camino espiritual seguro; y esto fue al final la razón que lo hizo atractivo para el occidente y para el mundo entero, por la misma lo mantendrá vivo, más allá de sus beneficios innegables sobre la salud física y mental.

Hatha Yoga – Resumen de su filosofía y su práctica

”Hatha” significa Fuerza, Impulso, Hatha Yoga es el Yoga de la fuerza, refiriéndose al aspecto físico de este camino. También hay una interpretación del nombre más mística: Ha significa sol, y tha que significa luna, es decir, la unión/unificación de los polos opuestos de la energía solar y lunar (recordando al yin yang chino).

La palabra Hatha Yoga fue primero utilizado por el asceta Gorakhnatah, convirtiéndose luego en el nombre para todo un sistema de prácticas yóguicas de influencias tántrica.

Los textos más importantes se crearon después del siglo 14 y son: Hatha-Yoga-Pradipika, Gheranda-Samhita y la Shiva-Samhita.

Visto sus contenidos filosóficos, el Hatha Yoga parece una síntesis o acumulación de diferentes tradiciones: se basa en el Yoga Clásico del sabio Patañjali, agrega ideas Vedantas, elementos de las Upanishads y por supuesto pensamiento Tántrico.

En la práctica se perfilan los aspectos físicos – entendiendo físico mucho más amplio que normalmente se hace en el mundo occidental, ya que los ejercicios del Hatha Yoga operan a nivel de la «materia fina», tan difícil de entender para los occidentales.

Queremos reiterar que el Yoga no es una religión o una doctrina sino un método, una técnica para una meta final que es el desarrollo integral del ser humano, también a nivel espiritual, sin necesariamente interferir en el sistema de creencia que tenga el practicante.

Sin embargo, cada persona tiene la plena libertad de elegir (y reelegir en cada momento) hasta dónde quiera seguir, a cuáles etapas llegar, pararse dónde quiera y aprovechar de los beneficios en cada nivel: bienestar general, relajación, lucha contra el estrés, para la salud mental, y la razón principal para muchos: mejorar el estado de salud, mantenerlo, retardar el envejecimiento o por lo menos envejecer bien. Sin lugar a dudas, todos estos son motivos muy válidos. Pero hay que tener en cuenta de no convertir el Hatha Yoga en un nuevo culto corporal, ya que el Hatha Yoga ofrece mucho más, como hemos visto. Es un camino interior, una actitud personal. Con paciencia y perseverancia, cada persona podrá avanzar en su camino determinando sus avances y su ritmo. En un solo curso pueden cohabitar muchos motivos de las personas: a una persona pueda interesar controlar su presión alta, otra quiere fortalecer y flexibilizar su cuerpo, otra será enviada por su médico para superar los síntomas del estrés, y otra persona además aprovecha cada postura para meditar, conocerse mejor, interiorizarse en sí mismo, entender el mundo y crecer espiritualmente.

En el Centro El Canelo, nuestra labor es entregarles las técnicas y las herramientas para que todos puedan avanzar en sus metas personales, les podemos apoyar en el camino, no importando cuál sea: pero caminar – lo tienen que hacer por sus propios pies.

asanas, dhautis, pranayama, mudras

La práctica concreta del Hatha Yoga tiene los siguientes elementos principales:

ásanas:

Posturas físicas/corporales, el primer paso en el Hatha Yoga. En el texto de la Hatha-Yoga-Pradipika se explica: «se deberían practicar estas posturas para ganar firmeza, ausencia de enfermedades y liviandad de los miembros». En los 3 mencionados textos se hablan de 84 posturas principales.

dhautis (kryas):

Son prácticas de purificación del cuerpo físico (como p.e. uso de agua para limpiar los orificios del cuerpo, pero también métodos de respiración y movimientos abdominales). En occidente actualmente se enseñan sólo un número restringido de dhautis (también llamados kryas), siendo algunos muy drásticos y/o muy difíciles de aprender.

pranayama:

Se trata de ejercicios de respiración que canalizan y controlan la energía (Prana) en el cuerpo. Se emplean para:

1. purificar los nadis (canales energéticos)

2. despertar a kundalini (energía divina, «dormida» en la base de la columna vertebral )

mudras:

«gestos» energéticos con diferentes partes del cuerpo en combinación con ciertos ásanas o pranayamas que sirven para guiar prana y despertar la kundalini.

La finalidad del Hatha Yoga es llegar al estado samadhi, la liberación final, comparable con la iluminación en el budhismo. Los objetivos más concretos y directos se pueden describir como la realización de las necesidades terrestres y de los deseos divinos, por ende la trascendencia  del ego humano.

Meditación / Yoganidra

El Hatha Yoga comparte con el Yoga Clásico de Patañjali el Camino de las ocho etapas. Como tal también la meditación es el elemento esencial. Meditación se puede definir como un cierto estado de mente/espíritu, un estado de apertura, de soltar, de permeabilidad. Para una persona normal no es fácil llegar a este estado y necesita de toda una preparación (por ejemplo a través del Yoga). Para facilitar la práctica de la meditación a menudo se empieza con visualizaciones guiadas. El Swami Satyananda desarrolló la técnica de Yoganidra (Yoga del Sueño: para despertar!!), una técnica de relajación profunda que se puede denominar como preparación para la meditación que tiene elementos conocidos en la técnica meditativa del zen vipassana. Otra forma de meditación es el canto de mantras, la repetición de una sílaba, palabras o frases sagradas, que más que ayudar en que la mente no vaya vagando, a través del sonido transforma el espíritu del practicante.

Hatha Yoga en la práctica occidental

Una de las bases del Hatha Yoga actual es la convicción que la mayor parte de nuestras posiciones frente a la vida tienen una correlación en el cuerpo físico. Y a su vez si trabajamos el cuerpo, lograremos influenciar  estas primeras. Los ásanas mantienen el cuerpo sano, fuerte y liviano. Pero su real importancia está en su manera de entrenar la mente y controlarla. A través del Yoga el practicante controla su cuerpo y lo convierte en un recipiente digno para el espíritu. El espíritu sin cuerpo es como un pájaro que ya no sabe volar. El Yogui cree, que el cuerpo le fue dado no solo para pasarlo bien, sino también para el servicio hacia los demás. Y en algún momento tendrá que devolver este cuerpo. No se identificará con su cuerpo pero lo cuida y honra. Practicando ásanas, el yogui se libera de las incapacidades físicas y la dispersión mental. ¿Dónde termina el cuerpo y empieza la mente? ¿Dónde termina éste y empieza el alma? No se pueden separar estos tres aspectos, ellos están íntimamente ligados al con el otro. Yoga trabaja con estos tres aspectos para llegar a la liberación.


Otro aspecto inseparable de los asanas es el hecho, que sus reales metas no se encuentran en el cuerpo físico sino en los cuerpos energéticos. La práctica de asanas tienen un efecto directo sobre los principales centros energéticos (Chakras) lo que explica su potente efecto sobre nosotros, mucho más allá que cualquier trabajo físico pueda tener.

Como ya mencionamos, el Hatha Yoga es el Yoga más popular en Occidente. Más adelante explicaremos sus beneficios físicos más detalladamente, nos limitamos ahora en subrayar su sorprendente eficiencia sobre todo como sistema de prevención de enfermedades, lo que hace que el Hatha Yoga es cada vez más recomendado por médicos y psiquiatras. Generalmente poco se habla del sistema espiritual. Sin embargo, las escuelas de Yoga, que más allá de seguir una moda u ofrecer una terapia alternativa, tienen un enfoque integral en su práctica del yoga, confían en que el practicante regular  de yoga descubrirá los beneficios más allá de los efectos físicos y mentales abriéndose al crecimiento espiritual en su contexto personal.

El aspecto más conocido e investigado del Hatha Yoga en Occidente es sin duda su beneficio para la salud física y mental. En este capítulo queremos resumir los más importantes hallazgos al respecto.

Queremos reiterar que «enfermedad» es parte de la vida como la muerte misma. Yoga no constituye un método milagroso para la salud y juventud eterna. Ambos estados son transitorios. Sin embargo, practicando Yoga uno puede dar mejores condiciones al cuerpo-mente para enfrentar posibles trastornos de toda índole, siendo generalmente más efectiva la prevención que la rehabilitación y sanación. Sin embargo, por su enfoque integral, el yogui (como se llama al practicante regular del Yoga) interpreta su enfermedad de otra maniera, dándole otro enfoque y aceptando su estado físico como algo transitorio (¡como todo material!) que algún día terminará con la vida física – lo que a su vez no es visto como algo aterrador o temible sino simplemente como una etapa en este gran proceso que es la vida – de la cual la vida terrestre es solo un capítulo entre muchos. Esta serenidad con que el yogui enfrenta su enfermedad, le da a su vez las mejores bases para superarla – si es posible,  y aceptarla si ya no se puede hacer nada.

 Yoga tiene una larga práctica terapéutica en la India con la medicina integral ayurveda. Hasta el día de hoy las mayores experiencias en la yogaterapia se encuentran en la India misma. Según la visión clásica hindú, en el yoga los siguientes ejercicios tienen efectos terapeuticos:

* purificación y dieta

* ciertas posturas

* ciertas pranayamas (ejercicios de control de la respiración)

* práctica constante de la meditación (en parte guiada) – correspondiendo a la psicoterapia guiada.

Lo esencial es, que nunca se hace algo aislado, que siempre se trabaja con un sistema, adaptándolo a la necesidad de la persona según su enfermedad, vista de la medicina integral como una alteración del equilibrio. La yogaterapia es vista entonces como camino terapéutico con la meta de recuperar el equilibrio perturbado; en la India se habla de “balance y armonía”, en la fisiología se denominaría “estado homeostático óptimo” – lo que corresponde a la definición de “salud”.

Los resultados mayores y mejor documentados en la literatura médica occidental son los casos de enfermedades como resultado de un transtorno holístico, es decir, las enfermedades consideradas psicosomáticas: hipertonía esencial, asma bronquial, angina péctoris, úlceras y terapia de adicciones, para sólo nombrar algunos. El segundo grupo principal: enfermedades inflamatorias y degenerativas del aparato psicomotor, como p.e. artritis, reumatismo. El tercer grupo son los beneficios a nivel cardiovascular. Vamos por partes:

Efectos fisiológicos del rendimiento:

Se ha comprobado un aumento del rendimiento fisiológico energético, lo que es medible a través del consumo de oxígeno. Sin embargo, hay un aprendizaje fisiológico en forma de la economización (un practicante avanzado necesita menos fuerza que un principiante para el mismo ásana). Paralelo a esto se nota un aumento en otras funciones vegetativas: circulación y respiración.

Función muscular:

La ya mencionada economización muscular es uno de los efectos a largo plazo de los ásanas. En series balanceadas de ásanas, se entrenan todos los músculos, incluyendo aquellos que en la vida cotidiana reciben poco, ningún o unilateral estimulo. Sin embargo, en general la intensidad del trabajo muscular en el Yoga es regulado, lo que lo hace asequible a todas las personas, no importando su condición física previa (adaptando las posturas según las capacidades individuales). El efecto a largo plazo del entrenamiento muscular conlleva al desarrollo selectivo de las fibras musculares de lenta contracción, rojas, oxidativas y con gran capacidad de resistencia, en contraposición de las fibras claras, antioxidativas, de rápida contracción que se cansa rápidamente. La relativa preponderancia de estas fibras lentas es la razón principal de la creciente resistencia física que observa el practicante de Yoga.

Efectos sensomotorices:

La práctica mejora el sistema regulador sensomotriz, causado principalmente por las siguientes razones:

* activación completa del aparato psicomotor pasivo y activo, lo que en la vida cotidiana se hace de forma unilateral (y por ende causante de muchas disfunciones).

* coordinación de los reflejos motrices partiendo del aparato vestibular en combinación con una activa relajación de los grupos musculares no involucrados.

* relajación muscular profunda a través de la respiración relajada durante los ejercicios, siendo la acción de espiración acoplada a los impulsos de relajación en el sistema esquelético motor.

Efectos somatosensibles:

La somatosensibilidad, que significa «percepción física», aumenta con la práctica del Yoga, se hace más intensiva y precisa, lo que conduce a una mejor imaginación del esquema físico subjetivo lo que a su vez puede llevar incluso a una percepción intensificada y sensible de los órganos internos. Además hay una estimulación de las zonas reflexólogas (efecto de masaje) y una activación del sistema nervioso central.

Efectos físicos:

Durante la práctica se producen cambios de presión en la zona abdominal, lo que tiene efectos sobre la circulación en general y en la microcirculación, así como en la presión hidroestática (sobre todo en las posiciones invertidas, contraindicadas en caso de marcada hipertensión). Otro efecto encontrado es la subsiguiente hiperemía, es decir, mejora de la circulación sanguínea, en diferentes partes del cuerpo, como extremidades, en los órganos internos y los pulmones, lo que conlleva a una intensificación del trabajo metabólico y un calentamiento físico.

Efectos a largo plazo:

Hasta el momento hablamos principalmente de efectos durante la práctica, he aquí los efectos a largo plazo:

* Optimización del balance vegetativo (efecto antiestrés)

* Aumento de la capacidad/efectividad vegetativa.

* Aumento de la masa muscular

* Aumento de la flexibilidad del aparato motriz activo

* Redistribución de la carga en las articulaciones y sobre todo en la columna vertebral (lo que relaja las partes normalmente usadas unilateralmente, razón principal para procesos degenerativos). Mejora la alimentación del tejido afectado (fisioterapia con medios propios).

* Aumento de la concentración, ligada a la optimización del sistema regulador sensomotor.

Resumiendo, los efectos mayores y reconocidos por la medicina occidental son:

* efecto antiestrés (dolores de cabeza, colon irritable, tensiones musculares, irritabilidad),

* mejora de la concentración (problemas mentales y depresivos),

* mantener sano o recuperar el aparato activo y pasivo del movimiento (sobre todo dolores en la columna vertebral, hernias, lumbago, dolores articulares, inflexibilidad en general),

* efectos positivos sobre el tejido conjuntivo, la peristáltica del intestino y estimulación del metabolismo (problemas de estreñimiento y digestivos en general, colon irritable),

* mejora de la circulación (problemas de hiper- y hipotensión, al corazón, hemorroides y varices),

* activación y flexibilización del tejido pulmonar (asma, bronquitis).

* Y muy en general se ha comprobado un efecto estabilizador del sistema inmune (menos enfermedades, efectos positivos en cáncer, sida, alergias).

* A nivel psicosomático, para nombrarlo separado, la práctica del Yoga mejora la sensibilidad hacia el cuerpo y los procesos físicos.

No confirmado por la medicina occidental, sin embargo observado por maestros con larga trayectoria son p.e. efectos sobre los órganos internos en general, sobre las glándulas y la regulación hormonal y estimulación de plexos nerviosos.

Yoga en condiciones especiales: Embarazadas y Postparto El Yoga en las embarazadas se modifica evitando a partir del tercer mes inclinaciones fuertes sobre el vientre y estiramientos extremos hacia atrás. Las ásanas se adaptan a la condición de cada futura madre, evitando riesgos de partos prematuros. En general, la práctica del yoga prepara a la embarazada de forma integral: ayudando a reducir las típicas molestias del embarazo, aumentando la sensibilidad hacia el cuerpo y hacia el feto, preparándola física y psíquicamente al parto, ayudando a encontrar ritmos de respiración adecuados y además de aceptar y superar el dolor de forma natural. Para el bebé hay una mayor oxigenación y un contacto más estrecho con la madre, sintiendo éste la relajación y el bienestar de la madre. En el postparto hay un efecto de rápida recuperación de la madre, ayudándola a reducir el útero (evitando el prolapso uterino e incontinencia), reducción de peso, fortalecimiento físico y psíquico tan necesario para los primeros meses con el recién nacido (paciencia, falta de sueño etc.). Sin lugar a dudas, las mujeres con una práctica de Yoga son más serenas para enfrentar los desafíos de ser madres. Niños La práctica de Yoga en los niños – y ojalá junto con otros miembros de la familia – ayuda al joven a contrarrestar los efectos del estrés escolar, de la sobreestimulación por los medios de comunicación, la falta de movimiento y la carencia de momentos de tranquilidad. El niño podrá aprender perseverancia, paciencia y concentración, además de desarrollar una sensibilidad sana hacia su cuerpo y autoconfianza. Visto desde el punto integral, el niño se relacionará no sólo mejor con sigo mismo sino también con las otras personas y su medio ambiente en general. Tercera Edad En el Adulto Mayor muchos problemas provienen de la falta de movimiento, una alimentación equivocada, baja autoestima y falta de visiones en la vida. La práctica del yoga puede efectivamente retardar el proceso de envejecimiento porque favorece el proceso de formación de células y recuperación de los vasos sanguíneos sobre todo en las posiciones invertidas, y ayudar a la persona de envejecer en mejores condiciones físicas. Desde un punto de vista integral, el Yoga lleva hacia la superación de la creencia que la tercera edad es un proceso de desintegración. Yoga da la posibilidad de ver un nuevo sentido y desafío en la vida, modificando también las visones sobre enfermedad y muerte. Discapacitados También las personas con las diferentes discapacidades, sean físicas, mentales o ambas pueden aprovechar de las técnicas del Yoga, encontrando un nuevo acceso hacia sus cuerpos, su condición, sus capacidades y facultades, aumentando su autoestima a través de un sentido de vida más allá de la «perfección física» perdida. Aquí lo importante es también el acercamiento integral y no una visión de «gimnasia adaptada». Reductivo Aunque es uno de los propósitos menos pensado en la India, el Yoga puede ayudar a bajar de peso, un punto débil para gran parte de la población occidental. El bajar de peso conlleva a superar muchos problemas físicos, pero más aún psíquicos. También el acercamiento integral ayuda en primera instancia superar la íntima identificación del Yo con el cuerpo físico, y en segunda instancia conocer y superar las causas profundas de la alimentación no indicada que llevaron al sobrepeso. Este proceso no es rápido si uno quiere resultados duraderos, pero con paciencia y perseverancia vale la pena recuperar una nueva calidad de vida que no dependerá de los kilos que mostrará la balanza o el cuerpo esbelto para mostrar en la playa sino que se expresa a través de un bienestar mucho más profundo.